En muchas competiciones de diferentes deportes se lleva a cabo un pesaje del atleta unas horas antes de la competición para ver, así, que esta dentro del rango de peso de su categoría. Por ejemplo en powerlifting masculino tenemos las categorías de 59 kg, 66 kg, 74 kg, 83 kg, 93 kg, 105 kg, 120 kg y +120 kg y el competidor como máximo podrá pesar el peso señalado para entrar en esa categoría, sino entraría en la siguiente.
Hay ocasiones en que es conveniente reducir el peso de un atleta antes de la competición para así entrar en la categoría inferior y ser más competitivos, por ejemplo si la semana antes de la competición se tiene un peso de 75kg, el perder 1kg de peso supondría competir con gente de máximo 74kg y no con gente mucho más pesada que nosotros. 1kg es una perdida pequeña y el proceso de perder ese kg no supone ningún gran esfuerzo, pero si se tuviera que bajar un peso considerable se debería ver si esta bajada es conveniente para el deportista, tanto por el esfuerzo para bajar ese peso para ese campeonato ¿es realmente esta competición tan importante? como para el propio desarrollo del deportista, el bajar de peso para un deportista novato no es aconsejable ya que su desarrollo físico se ve mermado por estas bajadas de peso.
El primer paso para conseguir entrar en la categoría, si se tiene que perder bastante peso (más del 5%, por ejemplo 3.3 kg para la categoría de 66 kg), es bajar la ingesta calórica durante unas semanas antes de la cita y perder peso con tranquilidad ya que así el atleta sufrirá una menor perdida de rendimiento que si se baja de peso rápidamente. El objetivo es quedarse entre 1kg y 2kg por encima del peso de la categoría.
El siguiente paso, durante la última semana, es perder el peso que nos queda perdiendo líquidos del cuerpo. Para eso lo mejor es no usar sauna u otros métodos de sudoración, como carreras el día antes de la competición, ya que causaría un importante desgaste en el atleta. Se debe realizar un inteligente plan de ingesta de líquidos durante la última semana, para así alterar el funcionamiento de las diferentes hormonas que controlan la cantidad de agua en el cuerpo. Para ello se beberá bastante agua los días previos a la competición limitandola en los últimos momentos, el cuerpo seguirá creyendo que hay un exceso de agua y la eliminará cómodamente. El plan sería el siguiente:
6 días antes
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5 días antes
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4 días antes
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3 días antes
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2 días antes
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El día antes
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Competición
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Beber de 5’5 a 7 litros de agua
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Beber de 5’5 a 7 litros de agua
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Beber de 5’5 a 7 litros de agua
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Beber de 5’5 a 7 litros de agua
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Beber de 5’5 a 7 litros de agua
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Beber entorno a 1’5 litros de agua
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Rehidratarse después del pesaje
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Durante estos días no hace falta controlar el consumo de sodio con la alimentación, ni aumentarlo ni reducirlo, excepto el día antes en que se tratará de consumir poca cantidad de sal. Además también es aconsejable reducir bastante la cantidad de fibra consumida durante los últimos 5 días, ya que la misma absorbe gran cantidad de agua, la cual va a estar circulando por nuestro sistema digestivo.
Después del pesaje el deportista debe rehidratarse inmediatamente, pero con calma, esto lo conseguirá mediante suplementos con sales minerales. Se debe beber medio litro justo después del pesaje y a continuación consumir alimento, sobretodo hidratos de carbono y algunas grasas, pero siempre alimentos a los que este acostumbrado el deportista (por ejemplo frutas, almendras, un sándwich, etc.) la cantidad de proteína consumida este día no es importante. Después de haber consumido este alimento el deportista deberá beber otro medio litro de líquido y durante la competición deberá seguir alimentándose racionalmente, además de seguir bebiendo líquidos.
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